Es increíble vivir un evento así como participante, sentirte ciclista al más alto nivel, rodeado de corredores como Hermida y compañía. Llevamos tres etapas y el cuerpo aguanta, gracias en buena medida a los masajes de nuestro amigo Antonio López.

Ayer primera etapa, 78 kilómetros que mi compañero y yo convertimos en 82 por un despiste, culpa nuestra por seguir a otra pareja «ciegos» porque la señalización es perfecta o casi.

La gente venida del norte de Europa tiene que alucinar con estos paisajes y con esta temperatura en febrero. José Luis Arce, director técnico e la prueba, como buen biker ha exprimido al máximo las posibilidades del terreno.

Hoy ha sido una etapa muy exigente, con zonas de «pateo» buscando nuestros límites. Pero se sacan fuerzas, gracias en parte a los ánimos de los locales, decenas de familias con niños que te ponían la mano para «chocarla», algunos de estos salen ciclistas, seguro 🙂

Da gusto ver e apoyo de particulares e instituciones sabedores de las posibilidades del lugar para algo tan sano y espectacular como el mountainbike.

Los corredores «populares» nos lo tenemos que hacer todo, incluida la colada y puesta a punto de la máquina, así que no queda tiempo para contar más que o dormimos o no llegamos al final en Jaén. Seguiremos informando 🙂