Vamos a “mojarnos”, nosotros nos decantamos claramente por el sí. Hay otras innovaciones que nos hacen dudar más, pero con el tubeless lo tenemos bastante claro.

Sin embargo, todavía hoy, cuando se llevan muchos años usando, hay opiniones contrarías en relación con el uso de neumáticos con o sin cámara. Muchos ciclistas no se deciden a eliminar las cámaras de sus ruedas, a pesar del importante número de ventajas aportadas por la tecnología tubeless, ¿por qué?

El mal uso y, por lo tanto, una mala experiencia, es una de las principales razones para negarse a usar este sistema. Otro argumento en contra puede ser el precio más elevado.

Cuando no tenemos llantas preparadas de serie, existen kits de conversión que no son excesivamente caros (unos 50 euros el juego completo), y que pensamos pueden ser amortizados fácilmente debido al ahorro en cámaras.

En cuanto a las cubiertas lo ideal es que sean especificación tubeless (UST), aunque algunos de los neumáticos «normales» puedan funcionar, siempre que añadamos el producto sellante. En este caso las probabilidades de tener que reparar un pinchazo serán, obviamente, mayores.

Desde hace algún tiempo, también se comercializan otro tipo de cubiertas denominadas tubeless ready (TLR), una solución intermedia, que garantiza el buen funcionamiento del sistema siempre que se incorpore el líquido. Estos neumáticos tienen la superficie de rodadura tubeless, pero los flancos son como los de cualquier otra cubierta.

Si has probado el sistema sin éxito, quizás no acertaste con el líquido. No todos han demostrado la misma efectividad. Con un buen producto (como el de la marca española Sin Cámaras o X-Sauce), nosotros hemos hecho cientos de salidas sin un solo pinchazo.

Hay que recordar que el líquido debe ser repuesto cada cierto tiempo, dependiendo de las condiciones en que se use, fundamentalmente en función de la temperatura exterior, prestando especial atención con temperaturas elevadas.

El sellante aporta un poco de peso extra, pero es mejor incorporarlo siempre, aunque tengamos llantas y cubiertas UST que supuestamente pueden funcionar sin él.

Y, recordad, hay que revisar las presiones con frecuencia, puede que en cada salida, algo quizás incómodo, pero que no está demás nunca independientemente del tipo de rueda.

Una vez que se encuentra una combinación de llantas, cubiertas y líquido que funcionen bien, muchos de los usuarios se convierten en incondicionales del sistema.

Tengo que reconocer que, sin esta mejora, ya no sé disfrutar de mis rutas de MTB, del mismo modo. Si tu bicicleta es “rígida” (sin suspensión trasera), el uso o no de esta tecnología condiciona incluso más el comportamiento de la bicicleta respecto a las de doble suspensión.

Ventajas del sistema tubeless

– Mayor tracción y estabilidad al poder ir con presiones más bajas
– Mayor comodidad y seguridad por la misma razón anterior
– Se reduce drásticamente el número de pinchazos y se elimina la posibilidad de pinchazos por pellizco de la cámara (algo muy frecuente si no se lleva una presión elevada en ruedas con cámara).
– Ahorro en cámaras

Desventajas del sistema tubeless

– Cubiertas más pesadas
– Cubiertas y llantas más caras
– Eventuales fugas de aire después de varios días (es conveniente revisar a menudo las presiones)
– Dificultad para el hinchado con una bomba de mano
– Es algo más complicado el montaje y desmontaje de las cubiertas

Algunas recomendaciones

– Usar siempre líquido sellante aunque tengamos llantas y cubiertas UST
– Usar cubiertas UST o TLR frente a la opción de cubiertas convencionales
– Llevar una cámara de repuesto por si acaso para reparar
– Después de montar la cubierta moverlas bien para que se reparta el líquido
– Tener alguna válvula de repuesto
– Revisar con frecuencia las presiones